I S S N (online)   2 0 0 7 - 9 6 2 1
Volumen 27 No. 5  doi: 10.15174/au.2017.1522 


RESUMEN

Las proyecciones se hacen con un modelo de estados múltiples, distinguiendo el empleo formal del informal y desempleo, el empleo agrícola y la población no activa. Se prefiguran tres escenarios: reteniendo las condiciones recientes del mercado laboral, suponiendo una recuperación económica con 80% de la fuerza de trabajo en la formalidad en 2050 y la situación intermedia de ambos escenarios. Las previsiones de la fuerza de trabajo se sobreponen a proyecciones demográficas probabilísticas de García (2017). Los resultados indican que el volumen de la fuerza de trabajo está determinado principalmente por la proyección demográfica, mientras la composición de la fuerza de trabajo está definida por las previsiones de ingresos y salidas del mercado laboral y la movilidad dentro de la fuerza de trabajo.


ABSTRACT

We use a multiple states model for the projections, distinguishing formal employment of informal and unemployment, agricultural employment and population not in labor force. We prefigure three scenarios: retaining the recent labor market conditions, assuming an economic recovery with 80% of the labor force in formal employs in 2050, and the intermediate situation of both scenarios. Estimates of labor force are linked to García’s probabilistic population projections. Results indicate that the volume of labor force is mainly determined by the demographic projection, while the composition of labor force is defined by the forecasts of accessions and departures from the labor market and mobility within labor force.


INTRODUCCIÓN

Las proyecciones de población no pretenden predecir el futuro, tan solo imaginar un escenario que, eventualmente, se alcanzaría si previsiones de la mortalidad, la fecundidad y la migración se cumplieran. Esas previsiones, hasta cierto punto arbitrarias, han sido motivo de debate desde hace algunos lustros, pues basadas en la extrapolación de las tendencias pasadas, supone continuidad en los factores sociales, económicos, políticos y culturales que se vinculan a la incidencia de los fenómenos demográficos y no deja espacio a la incertidumbre que deparan los años venideros.

Mediante la técnica estadística de series de tiempo, se han elaborado proyecciones probabilísticas, es decir, se fijan un intervalo de predicción donde varían el volumen, la estructura por edad y la distribución de la población con una probabilidad dada, en una pretendida “domesticación” de la incertidumbre (Guzmán & Hakker, 2002).

El objetivo es prefigurar escenarios futuros de la situación laboral en México. En vez de hacerlo de manera aleatoria, se prefirió estimar el reparto futuro de la población en la actividad económica de manera determinista y sobreponer nuestras previsiones a los escenarios limítrofes (intervalos de predicción mínimo y máximo de 95%) y la mediana de las proyecciones probabilísticas de la población de García (2017).

Desde la óptica de la oferta de mano de obra, fijamos dos escenarios extremos: por un lado, mantuvimos la inserción reciente en la actividad económica a lo largo del horizonte de la proyección 2015-2050 considerado el peor dada la alta proporción de la fuerza de trabajo que se desempeña en el sector informal de la economía desde hace varios lustros; y, por el otro, uno optimista, donde una creciente generación de empleos seguros y con prestaciones disminuiría progresivamente la proporción de la población activa en la informalidad hasta ser menos de 3% en 2050. Un tercer escenario corresponde a la situación intermedia de esos extremos. Al sobreponer esas tres previsiones a las proyecciones probabilísticas de la población total (García, 2017), se tienen nueve escenarios del monto de la mano de obra futura de México.

Después de revisar los datos utilizados y describir el método de proyección empleado, hacemos una breve inspección de los resultados de las previsiones y sus diferencias, luego analizamos las tendencias de largo plazo del mercado laboral en México y, finalmente, se reflexionó un poco sobre las implicaciones que pudieran tener los distintos panoramas en el futuro de México.

Fuente de datos y método de proyección

La fuente de datos empleada en este trabajo es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la cual se ha venido levantando desde 1991, pero solo a partir de 2000 es de tipo panel con visitas repetidas a la vivienda durante cinco trimestres consecutivos1.

Con el fin de ser consistentes con la información utilizada, se adoptaron las definiciones de la ENOE para la población económicamente activa (PEA): “Una persona pertenece a la PEA, en términos del mercado laboral, si forma parte del grupo de proveedores u oferentes de servicios laborales, algunos de los cuales han logrado que alguien demande sus servicios, es decir, fueron contratados para desempeñar una actividad económica (ocupados); mientras que otros, aunque aún no lo consiguen (desocupados), están ejerciendo una presión a través de la búsqueda de trabajo, acción que también influye en los mercados laborales.” (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2007); y para actividad económica: “Acción realizada por una persona, un negocio, empresa o establecimiento para producir bienes y servicios, sean de carácter legal o no en un marco de transacciones que suponen consentimiento entre las partes. Incluye las actividades de producción de maíz y frijol para autoconsumo”2. Como complemento a la población total, se tiene a la población no económicamente activa (PNEA), es decir, quienes no intercambian el producto de su energía en el mercado de bienes y servicios, como quienes son exclusivamente amas de casa, estudiantes, rentistas, jubilados, pensionados y aquellos que están física y mentalmente incapacitados para trabajar.

El objetivo de este trabajo es prefigurar la PEA separada en ocupaciones formales e informales; no obstante, debido a que no hay acuerdo de si se puede descomponer el sector agrícola en formal e informal, y con el propósito proyectar la fuerza de trabajo total, consideramos a las ocupaciones del sector primario como una categoría aparte. Con el fin de concentrarnos en la metodología y las previsiones, en el anexo se presenta la construcción de las categorías de empleo utilizadas. Pasemos a ver el método de proyección.

Sea Px(t) la población total de edad cumplida x al tiempo t. De acuerdo a su inserción en la actividad económica, la primera separación es en activos y no económicamente activos, digamos que PEAx(t) es la población económicamente activa y PNEAx(t) la no activa. Para este fin, se separo a la PEA en empleos formales [PEAFx(t)], informales y desocupados [PEAIx(t)] y agrícolas [PEAAx(t)]; así, se dividió en cuatro estados o situaciones laborales a la población de esa edad y sexo particulares: activos formales; informales y desocupados; agrícolas; y no activos. Juntamos informales con desocupados bajo el supuesto que ambos demandan un puesto de trabajo formal, pero que al no conseguirlo (desocupados) se refugian en ocupaciones informales, pero siguen pretendiéndolo. Para simplificar la notación se asignaron los números 1 a 4 para cada una de esas situaciones, respectivamente, esto es, Px(i)(t) con i = 1, 2, 3, 4, con lo cual se tienen:

PXt=i=14Pxit                                                                                                                                                                                     (1)

Denotando por Ax(i)(t) a la fracción de las personas de esa edad que se encuentran en la situación i al tiempo t, es decir,

Axit=PxitPxt i=1, 2, 3, 4                                                                                                                                                                   (2)

que, por la propiedad (1) se satisface claramente:

i=14Axit=1                                                                                                                                                                                           (3)

Sea Sx(ij) la proporción de personas que se encontraban en la categoría i al inicio del año t y sobreviven en la situación j al final del año. Así, todos aquellos que se encuentran en la condición j al final del año son:

Px+1jt+1=i=14Sxijt x Pxit

Si se incorpora (2):

Px+1t+1 x Ax+1jt+1=i=14Sxijt x Pxt x Axijt                                                                                                         (4)

Denotando por Sx (t) = Px+1 (t + 1) / Px (t) a la probabilidad conjunta de sobrevivir a la muerte y a la migración internacional para la población total. Si se supone que los riesgos de morir y migrar internacionalmente no son distintos entre activos y no activos3, sea:

Sxijt=S^xijt x Sxt                                                                                                                                                                          (5)

donde S^xijt es la proporción de transición al estado puro, es decir, en ausencia de mortalidad y migración internacional. Debido a la sola ocurrencia de movilidad entre situaciones o permanencia, tales proporciones satisfacen la propiedad:

i=14sxijt=1  para toda j = 1, 2, 3, 4                                                                                                                                                   (6)

Si se sustituye (5) en (4):

Pxt x Sxt x Ax+1jt+1=i=14S^xijt x Pxt x Axi t                                                                                                                                                

y al dividir ambos lados por Px (t) × Sx (t):

Ax+1jt+1=i=14S^xijt x Axit                                                                                                                                                   (7)

Esas ecuaciones para los cuatro situaciones j constituyen el modelo de proyección, pues una vez que se dispone de las proporciones Ax(i)(t), al sobreponerlas a la población total, previamente proyectada (García, 2017), se obtiene la población por edad y sexo desglosada por condición de actividad. El problema se reduce a estimar las proporciones de transición al estado puro S^x(ij).

Para la construcción del modelo, se representa el sistema de ecuaciones lineales (7) mediante matrices:

Axt=AX(1)tAX(2)tAX(3)tAX(4)t    Sx^t=Sx(11)^tSx(21)^tSx(31)^tSx(41)^tSx(12)^tSx(22)^tSx(32)^tSx(42)^tSx(13)^tSx(23)^tSx(33)^tSx(43)^tSx(14)^tSx(24)^tSx(34)^tSx(44)^t                                                                                   (8)

entonces, se puede escribir las ecuaciones lineales (7) de manera sucinta como la operación matricial:

Axt+1=Sxt · Axt                                                                                                                                                                  (9)

La valoración de las proporciones de transición S^x(ij) se hizo con el panel de la ENOE del segundo trimestre de 2012 al segundo trimestre de 2015, este es el último del que se dispuso al momento de elaborar este artículo. Al contrastar la situación de ego en dos trimestres consecutivos, se tiene la transición entre cualesquiera dos situaciones (j i) o la permanencia en el mismo estado (j = i). Como la periodicidad es trimestral, para transformarlas en proporciones S^x(ij) de temporalidad anual, y sobre todo para nuestras simulaciones a futuro, se prefiere convertirlas en tasas de movilidad.

Se comienza definiendo la matriz de tasas como:

Mx=j1Mx1j-Mx21-Mx(31)-Mx(41)-Mx12j2Mx2j-Mx32-Mx42-Mx13-Mx23j3Mx3j-Mx44-Mx14-Mx24-Mx34j4Mx4j                                                                                                                    (10)

Un modelo adecuado y consistente con (9) es el exponencial (Nour & Suychindran, 1984)4:

Sxt= exp -Mxct                                                                                                                                                                       (11)

La matriz en el exponente debe contener tasas de movilidad por cohorte (eso indica el sobreíndice c), y las tasas que derivamos de la ENOE son por grupos de edad; adelante, se presenta la manera de pasarlas de grupo a cohorte.

La exponencial de una matriz, para poder evaluar (11), se puede obtener mediante una expansión en serie de potencias similar al caso de escalares, es decir (Gantmacher, 1959):

eA=i=o1i!Ai=I + A + 12!A2 + 13!A3+...                                                                                                                            (12)

Con el fin de tener estimaciones más precisas de las tasas de movilidad, se usó algo más de un trienio: los levantamientos de la ENOE del primer trimestre de 2012 al segundo de 2015. La cuantificación es directa al contrastar la situación de la persona en dos entrevistas trimestrales sucesivas. Se denotó por Ox(ij)(q) a los individuos que habiendo estado en la situación i al inicio del periodo intertrimestral q a la edad cumplida x, se encontraban en la situación j al final, con q de 1 a 13. Las personas en el intervalo semiabierto de edades exactas [x, x + 1) al inicio estarán en [x + 14 , x + 1 + 14 ) al final.

Una tasa se define como el cociente que resulta de dividir los eventos ocurridos en un periodo de tiempo entre los años-persona vividos por la población expuesta durante el mismo intervalo, y expresa un promedio anual per cápita de eventos. Así, la tasa del trimestre se puede ubicar a la mitad, es decir, en el intervalo etario [x + 18 , x + 1 + 18 ) . Dada la escasa diferencia entre las edades cumplidas al inicio y final del trimestre, se supondrá que se refieren al grupo de edad cumplida x y no a la generación de esa edad al inicio del trimestre.

Estimemos los años-persona suponiendo variación lineal durante el trimestre. Desde una óptica prospectiva, la población al inicio en la situación i es:

Oxi·q=j=14Oxijq

y, en ausencia de mortalidad, al final en j:

Ox·jq=i=14Oxijq

La población media es:

O¯xiq=12Oxi·q

y como el intervalo cubre un cuarto de año, el tiempo vivido en la situación i es:

Kxiq=14Oxiq=18Oxi·q+Ox·jq

Calculamos las tasas como si la suma de los trece periodos intertrimestrales fuera uno solo representativo del periodo 2012-2015:

Mxij=q=118Oxijqq=118Kxiq                                                                                                                                                                                    (13)

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos estipula en la fracción III del inciso A del artículo 123 que “queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta edad y menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas.” Así, 15 años es la edad mínima considerada aquí para insertarse en la actividad económica. Y, debido a que la participación en la actividad de los mayores de 90 años de edad es casi nula, sobre todo debido a las limitaciones físicas y mentales propias de esas personas, es que se supone que toda la población de ese rango etario sería no económicamente activa a lo largo de la situación previa a 2015 y en la proyección.

Las figuras 1 y 2 muestran las tasas de movilidad derivadas de la ENOE en 2012-2015. Si bien con algunas oscilaciones, se advierten tendencias claras a lo largo del rango de edades. Bajo el supuesto que las variaciones son de origen aleatorio, más que originadas en la mala declaración de la edad, se optó por remover esas oscilaciones, o bien, suavizar los patrones. Para ello, se utilizó de un procedimiento de ajuste lineal móvil con distintas amplitudes de 15 a 25% de las observaciones, según el caso5. Las tasas suavizadas se reproducen en las figuras 3 y 4.



 

Figura 1. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 1. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


 

Figura 2. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 2. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


 

Figura 3. Tasas suavizadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 3. Tasas suavizadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


 

Figura 4. Tasas suavizadas de movilidad femenina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 4. Tasas suavizadas de movilidad femenina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.

Las tasas evaluadas con (13) se refieren a grupos de edad (como las que ordinariamente se calculan para la mortalidad por edad). Para convertirlas en tasas por cohorte y poder evaluar (11), se supone que las tasas de la edad cumplida x inciden en el medio año que transcurre entre esa edad y la exacta x + 1; y la tasa de edad cumplida x + 1 en el medio año restante, de la edad exacta x + 1 a la edad cumplida x + 1 al final del periodo, es decir,

Mxij,c=12Mxij + Mx+1ij

y, en términos matriciales:

Mxc=12Mx+ Mx+1                                                                                                                                                                         (14)

con lo cual, se puede valorar (11).

Previsiones futuras de las tasas de movilidad

Generalmente, las proyecciones de población se hacen extrapolando las tendencias pasadas de las variables que repercuten en el cambio demográfico. Si bien la inserción de la población en la actividad económica ha mostrado oscilaciones en el pasado, lo cierto es que, desde hace varios lustros, el inestable comportamiento de la economía mexicana –durante la mayor parte de ese periodo– ha sido incapaz de crear los puestos de trabajo que demandan las personas de edades laborales, propiciando que buena parte de esos demandantes de puestos de trabajo se refugien en el sector informal, de baja o casi nula productividad, ingresos insuficientes para garantizarse la supervivencia y sin prestaciones sociales.

En efecto, aunque la tasa de crecimiento del PIB fue positiva de 1995 a 2014, variando de 0.1% a 7.0% anual, excepto en 2000 (–0.6%) y 2008 (–4.7%), la proporción de la PEA ocupada en actividades no agrícolas que se desenvuelve en la informalidad o está desocupada osciló de 48.4% a 52.6%6. Este hecho es por demás evidente en la figura 5, donde se compara el porcentaje de la población total que se inserta en la actividad económica: mientras la fracción que se desempeña en la agricultura apenas se modificó, el resto de la PEA se concentró un poco más en ocupaciones formales que informales al cabo de los 19 años considerados7.



 

Figura 5. Proporción que alcanzarían en 2050 las tasas de movilidad de 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 5. Proporción que alcanzarían en 2050 las tasas de movilidad de 2012-2015. Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.

Ante la menor variación de la distribución de la PEA en las cuatro categorías, el primer escenario, que se considera el peor, consiste de mantener constantes hasta 2050 las tasas obtenidas para 2012-2015 en la sección anterior.

Escenarios de prospectiva económica apuntan que se requeriría de una tasa de crecimiento del PIB constante de 4.8% de 2000 a 2030 para que el número de “empleos remunerados” formales, productivos y con prestaciones (incluida la seguridad social) absorbiera casi a 85% de la PEA en 2030 (Hernández, 2004). El concepto de “empleo remunerado” alude al número de puestos de trabajo necesarios para generar la producción de bienes y servicios (PIB) en cada rama económica específica, dado un nivel de productividad media (valor agregado por trabajador). Si consideramos optimista este escenario de crecimiento económico sostenido y lo equiparamos a un intervalo de tiempo similar (35 años que median entre 2015 y 2050) al usado por Hernández (2004), modificamos las tasas de movilidad progresivamente hasta alcanzar una proporción similar a 85% de empleo formal en 2050.

Este escenario, en extremo optimista, conllevaría un círculo virtuoso. La fuerza de trabajo tendría buenos estándares de productividad, con lo cual sostendría el alto crecimiento económico; las altas tasas de cotización constituirían cuantiosas reservas en los planes de pensiones que, a su vez, fomentarían la inversión y la generación de más empleos productivos. Asimismo, la elevación de los salarios evitaría la entrada precoz a la actividad económica, reteniendo en el sistema escolar a adolescentes y jóvenes, con el consecuente aumento de capital humano y la elevación de la productividad de la mano de obra. El problema se “reduce” a encontrar los mecanismos que hagan crecer el PIB en 4.8% anual durante tres décadas y media, cuando apenas comienza a vislumbrar la salida de la crisis mundial actual.

La variación en las tasas futuras de movilidad se simuló de manera lineal, hasta que las tasas de 2012-2015 fueran en 2050 las necesarias para alcanzar la meta de 85% en el sector formal, como se indica en la figura 6. Los patrones de cambio se supusieron iguales para hombres y mujeres8. La modificación en las edades avanzadas (65 años o más) supone que la decisión de retirarse de la actividad reciente –presumiblemente con derecho a una pensión– prevalecería a lo largo del horizonte de la proyección. El aumento marcado en la tasa de ingreso al sector formal de la economía de 0.5 en 15-24 años de edad a 3.0 en 25-29 supone una retención de los jóvenes en la educación universitaria y su incorporación al mercado laboral una vez concluidos sus estudios.



 

Figura 6. Proporción que las categorías ocupacionales de la PEA representande la población total, según sexo, 1996 y 2015
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 6. Proporción que las categorías ocupacionales de la PEA representande la población total, según sexo, 1996 y 2015
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.

El tercer escenario consistió de la media aritmética de las tasas de movilidad constantes y las correspondientes a la situación óptima para cada año de la proyección, edad y sexo por separado.

Las tasas de ingreso y retiro de la actividad agrícola se mantienen constantes, así como las transiciones con los otros sectores de la economía. Adelante, con base en los escenarios futuros de la PEA se discute someramente este supuesto.

La valoración de la fórmula (9) requiere proyectar de manera independiente las proporciones Ax(i) de 15 años de edad. Según el escenario se hizo de la manera siguiente, igual para ambos sexos:

i. Se mantuvieron invariables las proporciones de 2015 a lo largo de la proyección en el escenario constante (“peor”).

ii. Se supuso para el escenario “óptimo” que:

a) La proporción que informales y desocupados representan de la PEA disminuiría linealmente respecto del tiempo hasta ser nula en 2050 [A15(i)(2050) = 0].

b) La razón de cambio anual de las proporciones en ocupaciones formales y agrícolas de 1996 a 2005 se replicaría de 2015 a 2050:

A15i2015+t=A152015+t x A152015A151996t/19i = 1 o 3

c) La proporción de no económicamente activos A15(4) se obtuvo al despejar en (3).

iii. Para el escenario “medio” se supuso que:

a) La proporción que informales y desocupados representan de la PEA disminuiría linealmente respecto del tiempo hasta ser A15(i)(2050) = A15(i)(2015)/17.5, donde 17.5 es la mitad de 35 años del horizonte de la proyección.

b) La razón de cambio anual de las proporciones en ocupaciones formales y agrícolas de 1996 a 2005 se replicaría sólo a la mitad de 2015 a 2050:

A1542015+t=A15i2015 x A15i2015A15i1996t/9.5

c) La proporción de no económicamente activos A15(4) se obtuvo al despejar en (3).

Principales resultados de las proyecciones

Se tienen nueve escenarios del volumen y crecimiento futuros de la PEA mexicana: las combinaciones posibles de las tres hipótesis demográficas y las tres conjeturas para las tasas de movilidad dentro la PEA y desde y hacia la no actividad económica. En las figuras 7 a 9 y las tablas 1 a 3, para cada sexo por separado y el total, se reproduce el monto global (no se distingue por edad) de la PEA para los nueve escenarios9.


 

Figura 7. Población económicamente activa masculina total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).


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Figura 7. Población económicamente activa masculina total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).


 

Figura 8. Población económicamente activa femenina total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).


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Figura 8. Población económicamente activa femenina total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).


 

Figura 9. Población económicamente activa total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).


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Figura 9. Población económicamente activa total según tres hipótesis de tasas de movilidad y tres hipótesis demográficas, 1995-2050.
Fuente: Estimaciones propias con base en la ENOE 2012-2015 y García (2017).

Se advierte que las distintas trayectorias futuras de la fuerza de trabajo están más determinadas por las hipótesis demográficas que por las “económicas”, pues realmente en estas últimas apenas se diferencian los montos, si se mantiene fija la proyección demográfica. En efecto, la máxima desviación relativa se tiene al final del horizonte de la proyección:

a) Para la mediana de las condiciones demográficas, bajo el alto crecimiento de la economía, la PEA masculina sería 7.2% inferior a la hipótesis de economía constante, y con el crecimiento económico medio 2.3% inferior; en las mujeres, 2.5% y 0.2%, respectivamente; y para el total (suma de ambos sexos), 5.5% y 1.9%.

b) Si el límite inferior del intervalo de predicción aconteciera, las reducciones serían un poco más marcadas: en los hombres de 8.9% y 3.7%, respectivamente; en las mujeres de 5.8% y 1.9%; y para el total de 7.7% y 3.0%, respectivamente.

c) Finalmente, si el escenario fuera el límite superior del intervalo de predicción, las disminuciones serían para los hombres de 6.6% y 2.7% y para el total de 5.1% y 1.7%; pero para las mujeres, mientras habría una reducción de 2.1% bajo la premisa de crecimiento económico alto respecto del constante, sería —mínimo de 0.1%— de acrecentamiento con crecimiento económico medio10.

Las diferencias en los escenarios demográficos, sin embargo, son de la mayor importancia, pues revelan los retos de la economía mexicana para crear los puestos de trabajo seguros y con prestaciones que demandará la población futura. Es obvio que no es lo mismo hacerle frente a una demanda de 5 millones de empleos adicionales en los próximos 12 años (límite inferior del intervalo de predicción de las hipótesis demográficas), a incrementarla entre 15 y 40 millones, según el caso, en los siete lustros por venir11.

Cabe preguntarse por qué, si se mantiene el escenario demográfico, varía el volumen de la PEA de acuerdo a las premisas del futuro crecimiento económico. La respuesta se tiene en las fórmulas (10) y (11): al modificar las transiciones (tasas) entre las cuatro categorías —sobre todo las entradas y salidas de la actividad (figura 6)— se afectan las probabilidades de transición S^x(ij) , no sólo las de entrada S^x(4j) y salida S^x(i4) de la actividad, sino también la movilidad dentro de la PEA, pues al vincular sucesivamente las matrices de probabilidades de transición, se modifica la trayectoria de una categoría de la PEA hasta la salida de la actividad. Se precisa que, si se modifican las tasas (escenario de recuperación económica alta y media), la distribución de la población en las cuatro categorías al cabo de los 35 años es, de acuerdo con (9), para la cohorte de edad cumplida x al inicio:

Ax+35(2050)=t=135Sx+t-1(2050-t)=Ax(2015)

y si se mantienen constantes las condiciones de 2012-2015:

A¯x+352050=t=135Sx+t-12012-2015=A¯x2015                    =Sx+t-12012-201535A¯x2015

y es claro que:

t=135Sx+t-12050-tSx+t-12012-201535

Además del incremento en el monto de la PEA, que en sí es importante por el reto que representa su absorción por la economía nacional, es de nuestro interés la composición de la PEA en las tres categoría en que se dividió: formal, informal y desocupación, agrícola; ya que, la generación de los puestos de trabajo, para hacer frente a esa oferta de mano de obra, es claramente distinta según el escenario económico a futuro que se ha supuesto, como se puede verificar en las figuras 10 y 11, y en las tablas 1 a 3.



 

Figura 10. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 10. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


 

Figura 11. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.


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Figura 11. Tasas observadas de movilidad masculina, 2012-2015.
Fuente: Estimaciones propias con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012-2015.

Debido a que la ENE-ENOE no recoge la migración de la PEA, esto es, solo podemos contrastar la situación de las personas que permanecen en la vivienda en dos entrevistas trimestrales sucesivas, pero no sabemos la situación de ego en la segunda si se mudó, ni al inicio del trimestre si es un nuevo miembro del hogar al final; además, las transferencias del sector agrícola al secundario y terciario (más de carácter urbano) que contabiliza la ENE-ENOE son mínimas. Esta limitación es patente en los tres paneles de las figuras 10 y 11, donde el decremento de la fuerza de trabajo agrícola de 1995 a 2007 se minimiza; no obstante, a nuestro favor está la constancia de 2007 a 2015 en el sector agropecuario, que valida la prevalencia, aproximadamente, a lo largo del horizonte de la proyección, y además las diferencias en los porcentajes son mínimas entre las tres premisas económicas a futuro.

En cambio, el efecto de la modificación de la situación económica reciente es evidente en la fracción de la PEA que se inserta en los sectores formal e informal y desocupado: bajo la premisa óptima, a mediados del presente siglo sería casi nula la fracción de informales y desempleados (2.4% en hombres y 3.8% en mujeres) —tal y como supusimos al establecer la hipótesis—, mientras en el escenario intermedio, el porcentaje se habría reducido prácticamente a la mitad: de 39.0% en 2015 a 18.4% en 2050 en los varones y de 53.2% a 27.5% en las féminas.

Bajo la hipótesis que mantiene constante la situación económica reciente, la creación de nuevos puestos de trabajo formales, es decir, la oferta de empleos, sería insuficiente para satisfacer la demanda (toda la PEA), como se ha verificado desde la última década del siglo pasado. Dejando de lado la PEA agrícola, la fuerza de trabajo no agrícola aumentaría 16 millones (de 45.9 millones a 61.9 millones) al cabo de los siete lustros de la proyección (2015-2050), bajo la hipótesis demográfica mediana, y 33.3 millones (de 46.7 millones a 80.0 millones) para el límite superior del intervalo de predicción de la proyecciones de población. Y los empleos formales se acrecentarían en 6.6 millones (de 22.6 en 2015 a 29.2) y en 15.1 millones (de 23.0 a 38.2), respectivamente, o bien, solo 41.1% y 45.5%, respectivamente, del incremento de la oferta de mano de obra no agrícola encontraría acogida en el sector formal. En realidad, el envejecimiento de la población y, por ende, de la PEA, traería como consecuencia un descenso monótono en la absorción de la fuerza de trabajo no agrícola en el sector formal de la economía: de 49.3% en 2015 a 47.2% en 2050 de acuerdo a la mediana de la proyección demográfica y a 47.7% para el límite superior.

La evolución anual de la inserción futura en la actividad económica se reproduce en las figuras 10 y 1113. La prevalencia de la situación reciente bajo el escenario constante (panel superior izquierdo) es evidente; en cambio, mientras la hipótesis de recuperación alta de la economía se presenta en extremo optimista, al menos en los tres o cuatro lustros inmediatos venideros, la recuperación media pudiera ser un panorama más realista, en los próximos 20 o 25 años, ante los indicios de la restauración del crecimiento en la economía mundial, en general, y su efecto, más la propia mejora, en la economía mexicana, en particular.

Esperanzas de vida activa

Una vez que el trabajador se retira de la actividad económicas, sea por voluntad propia, sea porque no encuentra un puesto de trabajo que satisfaga sus aspiraciones laborales, deberá recurrir al ahorro que haya constituido a lo largo activa, o bien, depender de la asistencia gubernamental —generalmente escasa y que difícilmente le permitirá escapar de la pobreza—, o de sus parientes y amigos.

Si a lo largo de su trayectoria laboral se colocó en el sector formal de la economía, amén de su ahorro personal, formó una reserva para su eventual jubilación, una vez que se separó de la actividad económica.

Las leyes vigentes de los principales sistemas de seguridad social en México14 estipulan que, si el trabajador cotizó 24 (Instituto Mexicano del Seguro Social [IMSS]) o 25 (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado [ISSSTE]) años a los fondos de ahorro para el retiro, y si la reserva es insuficiente para gozar de la pensión mínima garantizada, el Gobierno Federal dispondrá de los fondos del trabajador y financiará la parte restante que asegure la pensión mínima garantizada15.

Es claro que, mientras más años pase una persona en una ocupación formal asalariada, más tiempo acumulará fondos en las agencias de ahorro para el retiro, y más probable que cumpla con el tiempo mínimo de cotización (24 años en el IMSS y 25 en el ISSSTE) para aspirar, al menos, a la pensión mínima garantizada.

Valorar la densidad de cotización16 requiere de una valuación actuarial del sistema de pensiones, lo cual excede el propósito de este trabajo; una forma alternativa de visualizarla es mediante el promedio de años de aportaciones al sistema, es decir, la esperanza de vida activa, cuyo monto está determinado por los supuestos que hemos hecho sobre el futuro de las tasas de movilidad dentro de la PEA y de esta con la PNEA, así como las de mortalidad de las proyecciones demográficas de García (2017).

Sea ex(ij)(t) la esperanza de vida en el estado j para un superviviente al momento t en el estado i a la edad cumplida x, es decir, los años que le esperan por vivir, en promedio, en la situación j, dado que llegó con vida en i a los x años de edad en t. Definamos la matriz de esperanzas de vida de estados múltiples, para nuestro caso como:

extex11tex21tex31tex41tex12tex22tex32tex42tex13tex23tex33tex43tex14tex24tex34tex44t

Un cálculo económico de las esperanzas de vida de estados múltiples es la fórmula retrospectiva (Partida, 1996):

ext=Mxcδt-1I-Sst + ex+1t+1sxt                                                                                                                  (15)

donde las matrices de tasas y probabilidades de supervivencia se refieren al año que inicia en t. No obstante, ambas matrices deben incluir la mortalidad.

Como no disponemos de la mortalidad distinta por condición de actividad, debemos suponer que la mortalidad es igual para activos —formales, informales y desocupados, y agrícolas— y no activos, con lo cual, si Sxδ(t) es la probabilidad que tiene de sobrevivir un año más, a partir del momento t, que llegó con vida a la edad cumplida x en t, la probabilidad conjunta de movilidad y supervivencia es17:

Sxijt=Sxijt x Sxδt

Dado que Sxδ(t) es invariable a la mortalidad, es claro que:

Sxt=Sxδ^t x Sxt

y la matriz de tasas se obtiene al “despejar” en (11):

Mxcδt=lnSxt

donde ahora

Mxcδ=Mxcδ+ j=1Mxc1j-Mxc21-MXc31-MXc41-MXc12Mxcδ+ j=2Mxc2j-MXc32-MXc42-MXc13-MXc23Mxcδ+ j=3Mxc3j-MXc43-MXc14-MXc24-MXc34Mxcδ+ j=4Mxc4j

con Mxcδt=-lnSxδt.

La valoración de (15) inicia con la última edad. Sea ω el límite de la vida humana ω, es decir, una edad a la cual nadie sobrevive, es claro que eω(t + 1)=0 y por (15):

eω-1t=Mω-1cδt-1I-Sω-1t + eωt+1Sω-1t             =Mω-1cδt-1I-Sω-1t

Con esta matriz y mediante (15) tenemos eω –2(t) y así sucesivamente hasta llegar a la edad x deseada.

El interés de este trabajo se centra en el intervalo de participación en la actividad económica, así se inicia la evaluación de (15) haciendo e90(t) = 0 donde t es un tiempo futuro según el caso, por ejemplo, para 15 años de edad en 2015 e90(2090) = 0. Como no se tiene información después de 2050, se supone invariabilidad a partir de ese año, es esto, además que:

Sx(t) = Sx(2050) para t ≥ 2050 y 15 ≤ x ≤ 89

En las tablas 4 a 6 se presentan los resultados para la vida media activa en la formalidad (ex(11)(t)). Se consideran tres edades que representan la primera inserción en la actividad económica, una vez finalizado un ciclo escolar:

a)15 años, cuando el individuo concluyó la secundaria.

b) 20 años, cuando la persona terminó la educación media superior y algún año de licenciatura.

c) 25 años, cuando completó la licenciatura.

Cabe preguntarse bajo qué circunstancias, en promedio, la densidad de cotización cumple con el requerimiento mínimo para gozar de la pensión mínima garantizada del IMSS o del ISSSTE.

Quienes comienzan a trabajar a los 15 años de edad, en cualquier momento (2015, 2030 o 2050), situación inicial y ambos sexos, bajo las condiciones de participación recientes no alcanzarían a cumplir con el mandato legal para disfrutar de la pensión mínima garantizada; en cambio, bajo las premisas de recuperación económica alta y media, en todo momento y supervivencia prevista, los hombres excederían la exigencia temporal para disfrutar de, al menos, la pensión garantizada.

Si bien en las mujeres, bajo el supuesto de un alto y sostenido crecimiento económico no alcanzarían a cotizar 24 o 25 años, según el caso, la restauración económica posiblemente llevaría una participación en la actividad aún mayor y, con ello, cumplir el mandato legal para aspirar a la pensión mínima garantizada. Esta proposición, sin embargo, no se ve tan factible en el caso de la recuperación económica media.

El panorama es similar para aquellos que se agregan a la PEA por primera vez a los 20 años de edad (tabla 5); no obstante, las duraciones medias se reducen marcadamente cuando ese inicio se pospone un quinquenio (tabla 6). La prevalencia de 15 a 20 años obedece a que en el lustro que media entre ambas edades, la inserción en la actividad aún es baja (figura 6); en cambio, al ser significativa en el grupo 20-24 años cumplidos, la posposición conlleva la “pérdida” de un quinquenio de participación en el sector formal.

Consideraciones finales

En este trabajo se han presentado diversos escenarios del futuro de la población económicamente activa (PEA) de México. A diferencia de los procedimientos tradicionales, donde se hipotetiza sobre los valores futuros de la proporción de la población total que se inserta en la actividad económica, aquí se usan las transiciones entre actividad y no actividad y los desplazamientos dentro de la fuerza de trabajo entre empleo formal, informal y desempleo, y agrícola. En suma, mientras los enfoques habituales prevén el resultado, aquí se han prefigurado los insumos.

Se repartió de la situación reciente del empleo en el país, desprendida del panel de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el periodo 2012-2015, donde la proliferación del empleo informal y el desempleo es evidente, y que data de hace más de cinco lustros. En el primer escenario futuro, considerado pesimista, se mantiene invariable la movilidad reciente dentro de la PEA y hacia fuera; el segundo, basado en un trabajo previo de Hernández Laos (2004), se supone que una tasa de crecimiento económico constante de 4.8% anual llevaría a retener más de 80% de la PEA en el sector formal. El tercero consiste del promedio simple de los dos escenarios anteriores.

Las hipótesis de cambios en la composición y tamaño de la mano de obra se sobrepusieron a las proyecciones demográficas probabilísticas de García (2017), nominalmente la mediana y los límites de predicción de 95%, con lo cual se tienen nueve combinaciones posibles. Mientras los cambios en el monto de la fuerza de trabajo se vinculan más a las hipótesis demográficas; las variaciones en la estructura de la PEA, en términos relativos, se ligan más a nuestras premisas del futuro comportamiento económico.

De acuerdo con la proyección demográfica mediana, el volumen de la mano de obra del país oscilaría, en 2050, entre 68.2 millones con crecimiento económico alto a 72.1 millones manteniendo las condiciones laborales recientes; con el límite inferior del intervalo de predicción, la variación sería de 42.9 millones a 46.5 millones, respectivamente; y con el límite superior, el rango correría de 88.5 millones a 93.2 millones18.

En cambio, la proporción de la PEA en el sector formal, a mediados del presente siglo, variaría de 38.8% bajo el límite inferior de las condiciones demográficas a 41.0% bajo el superior, prevaleciendo las condiciones de empleo recientes; de 80.6% en el límite inferior a 81.7% para la mediana y el límite superior de acrecentamiento demográfico con un crecimiento económico sostenido de 4.8% anual de la economía; y de 63.4% a 65.5% entre las fronteras demográficas futuras, bajo la premisa de un crecimiento económico medio.

Se concluye que más que el crecimiento demográfico propio, son las hipótesis de la forma como se inserte la población en la actividad económica en el futuro lo que repercutirá en la cobertura del empleo formal, esto es, puestos de trabajo estables, con buena productividad y prestaciones sociales. No obstante, no se debe dejar de lado el criterio poblacional, pues si se cumpliera la premisa de crecimiento económico alto, no es lo mismo generar en los próximos siete lustros 33.1 millones de nuevos puestos de trabajo formales bajo el escenario demográfico mediano, que 12.3 millones de acuerdo con el límite inferior del intervalo de predicción o 49.3 millones con el límite superior; o si se quiere, 146%, 55% y 214%, respectivamente, extra del inventario existente en 2015.

Otro aspecto que se revisó, al final del trabajo, es la duración media esperada en el sector formal de la economía de un trabajador, que se incorporara por primera vez en el mercado laboral a tres edades distintas: 15 años (terminación de la educación secundaria inicial), 20 años (conclusión de la educación media superior y algún año aprobado en licenciatura) y 25 años (finalización de la licenciatura). Esa esperanza de vida activa en la formalidad nos indica, en promedio, la densidad de cotización a la seguridad social (ahorro para el retiro) para aspirar a gozar de, al menos, la pensión mínima garantizada (PMG), para la cual se requiere cotizar 24 (IMSS) o 25 (ISSSTE) años o más.

Los distintos escenarios, prefigurados para el futuro de los mercados laborales del país, indican que, en los tres años considerados en que iniciara la vida laboral (2015, 2030 y 2050) y bajo los tres escenarios demográficos y de crecimiento económico alto y medio, los varones que empezaran a trabajar a los 15 y 20 años de edad cumplirían con el tiempo mínimo de aportación a los fondos para el retiro para aspirar a la PMG; las mujeres, en cambio, ni incluso en el supuesto de crecimiento alto alcanzarían a cumplir el requisito, aunque tal escenario próspero probablemente conllevara una inserción femenina en la actividad más prolongada y, por ende, cubrir el requisito legal.

Es claro que se requiere una reactivación de la economía mexicana para mejorar las condiciones laborales generales del país; estas previsiones así lo indican. La alta proporción de fuerza de trabajo que se refugia en la informalidad ante la falta de oferta de una mejor opción, conlleva precariedad en las condiciones de vida (ausencia de seguridad social, que se traduce en detrimento del patrimonio familiar ante un evento desfavorable de salud), nula o casi nula productividad con el consecuente estancamiento económico y, en ocasiones, ilegalidad y criminalidad.

Es impostergable romper ese círculo vicioso; el problema se “reduce” a hacer crecer 4.8% anual la economía mexicana los próximos 35 años.

Tabla 1.

Población económicamente activa por tipo de inserción, sexo, hipótesis demográfica para la población total y situación ecónomica reciente constante, 1995-2050.

Hombres

Mujeres

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Población total mediana

1995

7 978 801

9 260 417

6 650 080

23 889 298

4 029 028

6 341 450

1 030 842

11 401 320

12 007 829

15 601 867

7 680 922

35 290 618

2000

10 481 246

9 739 467

5 804 740

26 025 453

5 623 779

6 721 623

779 395

13 124 797

16 105 025

16 461 090

6 584 135

9 150 250

2005

11 414 848

11 067 927

5 364 019

27 846 794

6 508 647

8 134 318

715 353

15 358 318

17 923 495

9 202 245

6 079 372

43 205 112

2010

12 313 012

12 487 622

5 547 501

30 348 135

7 388 410

9 716 820

648 429

17 753 659

19 701 422

22 204 442

6 195 930

48 101 794

2015

14 123 733

12 887 199

6 039 825

33 050 757

8 497 259

10 404 883

673 828

19 575 970

22 620 992

23 292 082

6 713 653

52 626 727

2020

14 982 397

14 145 202

6 582 127

35 709 726

9 017 827

11 521 296

790 773

21 329 896

24 000 224

25 666 498

7 372 900

57 039 622

2025

16 043 727

15 175 280

7 138 034

38 357 041

9 527 336

12 341 551

851 636

22 720 523

25 571 063

27 516 831

7 989 670

61 077 564

2030

16 923 841

16 072 671

7 668 687

40 665 199

9 915 308

13 049 534

906 919

23 871 761

26 839 149

29 122 205

8 575 606

64 536 960

2035

17 635 090

16 844 592

8 158 199

42 637 881

10 197 192

13 636 172

954 984

24 788 348

27 832 282

30 480 764

9 113 183

67 426 229

2040

18 184 531

17 460 254

8 579 910

44 224 695

10 388 249

14 085 814

993 595

25 467 658

28 572 780

31 546 068

9 573 505

69 692 353

2045

18 560 652

17 901 546

8 922 680

45 384 878

10 483 699

14 388 683

1 021 856

25 894 238

29 044 351

32 290 229

9 944 536

71 279 116

2050

18 727 490

18 163 835

9 179 627

46 070 952

10 473 423

14 550 459

1 039 740

26 063 622

29 200 913

32 714 294

10 219 367

72 134 574

Límite inferior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 302 145

12 477 485

5 543 501

30 323 131

7 386 146

9 714 094

648 257

17 748 497

19 688 291

22 191 579

6 191 758

48 071 628

2015

13 908 038

12 704 226

5 961 922

32 574 186

8 439 471

10 339 500

669 735

19 448 706

22 347 509

23 043 726

6 631 657

52 022 892

2020

14 363 651

13 585 871

6 340 572

34 290 094

8 816 058

11 281 112

774 660

20 871 830

23 179 709

24 866 983

7 115 232

55 161 924

2025

14 734 411

13 996 960

6 628 083

35 359 454

9 050 356

11 776 357

813 767

21 640 480

23 784 767

25 773 317

7 441 850

56 999 934

2030

14 633 612

14 034 090

6 787 767

35 455 469

8 992 662

11 965 093

834 743

21 792 498

23 626 274

25 999 183

7 622 510

57 247 967

2035

14 127 408

13 757 638

6 822 850

34 707 896

8 678 099

11 857 588

836 992

21 372 679

22 805 507

25 615 226

7 659 842

56 080 575

2040

13 364 431

13 228 150

6 736 372

33 328 953

8 190 180

11 495 573

821 315

20 507 068

21 554 611

24 723 723

7 557 687

53 836 021

2045

12 397 092

12 451 035

6 522 014

31 370 141

7 563 670

10 893 289

787 780

19 244 739

19 960 762

23 344 324

7 309 794

50 614 880

2050

11 245 600

11 452 871

6 178 997

28 877 468

6 810 946

10 072 830

737 734

17 621 510

18 056 546

21 525 701

6 916 731

46 498 978

Límite superior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 328 292

12 501 811

5 553 071

30 383 174

7 391 583

9 720 605

648 666

17 760 854

19 719 875

22 222 416

6 201 737

48 144 028

2015

14 457 020

13 161 478

6 153 835

33 772 333

8 572 787

10 488 070

678 884

19 739 741

23 029 807

23 649 548

6 832 719

53 512 074

2020

15 855 004

14 896 587

6 898 088

37 649 679

9 232 519

11 771 031

807 322

21 810 872

25 087 523

26 667 618

7 705 410

59 460 551

2025

17 636 978

16 549 243

7 720 728

41 906 949

9 947 602

12 836 646

884 679

23 668 927

27 584 580

29 385 889

8 605 407

65 575 876

2030

19 373 956

18 203 923

8 582 704

46 160 583

10 594 798

13 866 887

962 077

25 423 762

29 968 754

32 070 810

9 544 781

71 584 345

2035

21 029 124

19 835 720

9 460 305

50 325 149

11 207 988

14 875 272

1 039 308

27 122 568

32 237 112

34 710 992

10 499 613

77 447 717

2040

22 602 134

21 411 886

10 331 384

54 345 404

11 783 321

15 822 889

1 112 546

28 718 756

34 385 455

37 234 775

11 443 930

83 064 160

2045

24 045 070

22 883 381

11 174 328

58 102 779

12 330 504

16 712 993

1 181 675

30 225 172

36 375 574

39 596 374

12 356 003

88 327 951

2050

25 324 826

24 246 099

11 985 382

61 556 307

12 836 817

17 547 301

1 246 484

31 630 602

38 161 643

41 793 400

13 231 866

93 186 909


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                                                                                     Close

Tabla 2.

Población económicamente activa por tipo de inserción, sexo, hipótesis demográfica para la población total y situación ecónomica alta, 1995-2050.

Hombres

Mujeres

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Población total mediana

1995

7 978 801

9 260 417

6 650 080

23 889 298

4 029 028

6 341 450

1 030 842

11 401 320

12 007 829

15 601 867

7 680 922

35 290 618

2000

10 481 246

9 739 467

5 804 740

26 025 453

5 623 779

6 721 623

779 395

13 124 797

16 105 025

16 461 090

6 584 135

39 150 250

2005

11 414 848

11 067 927

5 364 019

27 846 794

6 508 647

8 134 318

715 353

15 358 318

17 923 495

19 202 245

6 079 372

43 205 112

2010

12 313 012

12 487 622

5 547 501

30 348 135

7 388 410

9 716 820

648 429

17 753 659

19 701 422

22 204 442

6 195 930

48 101 794

2015

14 123 733

12 887 199

6 039 825

33 050 757

8 497 259

10 404 883

673 828

19 575 970

22 620 992

23 292 082

6 713 653

52 626 727

2020

17 412 567

11 717 874

6 337 458

35 467 899

10 798 875

9 775 132

770 470

21 344 477

28 211 442

21 493 006

7 107 928

56 812 376

2025

21 089 975

10 139 025

6 618 887

37 847 887

13 403 697

8 652 778

806 637

22 863 112

34 493 672

18 791 803

7 425 524

60 710 999

2030

24 424 773

8 412 660

6 976 870

39 814 303

15 890 007

7 331 097

840 516

24 061 620

40 314 780

15 743 757

7 817 386

63 875 923

2035

27 298 403

6 595 107

7 436 316

41 329 826

18 173 876

5 850 879

872 095

24 896 850

45 472 279

12 445 986

8 308 411

66 226 676

2040

29 635 601

4 722 088

8 002 334

42 360 023

20 245 760

4 260 337

899 662

25 405 759

49 881 361

8 982 425

8 901 996

67 765 782

2045

31 331 240

2 845 852

8 694 506

42 871 598

22 055 241

2 613 545

922 822

25 591 608

53 386 481

5 459 397

9 617 328

68 463 206

2050

32 194 627

1 017 920

9 559 671

42 772 218

23 501 648

960 868

942 602

25 405 118

55 696 275

1 978 788

10 502 273

68 177 336

Límite inferior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 302 145

12 477 485

5 543 501

30 323 131

7 386 146

9 714 094

648 257

17 748 497

19 688 291

22 191 579

6 191 758

48 071 628

2015

13 908 038

12 704 226

5 961 922

32 574 186

8 439 471

10 339 500

669 735

19 448 706

22 347 509

23 043 726

6 631 657

52 022 892

2020

16 694 610

11 255 490

6 104 887

34 054 987

10 558 359

9 572 032

754 725

20 885 116

27 252 969

20 827 522

6 859 612

54 940 103

2025

19 377 387

9 355 870

6 145 821

34 879 078

12 739 609

8 259 390

770 588

21 769 587

32 116 996

17 615 260

6 916 409

56 648 665

>2030

21 144 543

7 354 521

6 174 788

34 673 852

14 431 771

6 727 619

773 148

21 932 538

35 576 314

14 082 140

6 947 936

56 606 390

2035

21 908 372

5 400 410

6 221 649

33 530 431

15 496 247

5 095 369

764 009

21 355 625

37 404 619

10 495 779

6 985 658

54 886 056

2040

21 820 416

3 587 486

6 289 366

31 697 268

15 987 892

3 480 549

744 038

20 212 479

37 808 308

7 068 035

7 033 404

51 909 747

2045

20 948 214

1 971 452

6 354 567

29 274 233

15 931 593

1 970 607

712 540

18 614 740

36 879 807

3 942 059

7 067 107

47 888 973

2050

19 315 528

605 206

6 399 002

26 319 736

15 298 870

638 014

669 786

16 606 670

34 614 398

1 243 220

7 068 788

42 926 406

Límite superior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 328 292

12 501 811

5 553 071

30 383 174

7 391 583

>9 720 605

648 666

17 760 854

19 719 875

22 222 416

6 201 737

>48 144 028

2015

14 457 020

13 161 478

6 153 835

33 772 333

8 572 787

10 488 070

678 884

19 739 741

23 029 807

23 649 548

6 832 719

53 512 074

2020

18 426 782

12 337 579

6 640 437

37 404 798

11 055 955

9 986 363

786 586

21 828 904

29 482 737

22 323 942

7 427 023

59 233 702

2025

23 183 590

11 048 275

7 153 461

41 385 326

13 994 135

8 997 543

837 855

23 829 533

37 177 725

20 045 818

7 991 316

65 214 859

2030

27 960 183

9 514 980

7 795 601

45 270 764

16 973 360

7 786 122

891 468

25 650 950

44 933 543

17 301 102

8 687 069

70 921 714

2035

32 561 828

7 754 250

8 602 412

48 918 490

19 957 862

6 377 874

948 992

27 284 728

52 519 690

14 132 124

9 551 404

76 203 218

2040

36 869 088

5 787 590

9 610 466

52 267 144

22 923 051

4 782 866

1 007 642

28 713 559

59 792 139

10 570 456

10 618 108

80 980 703

2045

40 653 328

3 648 130

10 869 876

55 171 334

25 857 769

3 037 064

1 068 311

29 963 144

66 511 097

6 685 194

11 938 187

85 134 478

2050

43 629 076

1 384 009

12 487 279

57 500 364

28 669 929

1 167 924

1 132 404

30 970 257

72 299 005

2 551 933

13 619 683

88 470 621


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                                                                                     Close

Tabla 3.

Población económicamente activa por tipo de inserción, sexo, hipótesis demográfica para la población total y recuperación ecónomica media, 1995-2050

Hombres

Mujeres

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Formal

Informal

Agrícola

Total

Población total mediana

1995

7 978 801

9 260 417

>6 650 080

23 889 298

4 029 028

6 341 450

1 030 842

11 401 320

12 007 829

15 601 867

7 680 922

35 290 618

2000

10 481 246

9 739 467

5 804 740

26 025 453

5 623 779

6 721 623

779 395

13 124 797

16 105 025

16 461 090

6 584 135

39 150 250

2005

11 414 848

11 067 927

5 364 019

27 846 794

6 508 647

8 134 318

715 353

15 358 318

17 923 495

19 202 245

6 079 372

43 205 112

2010

12 313 012

12 487 622

5 547 501

30 348 135

7 388 410

9 716 820

648 429

17 753 659

19 701 422

22 204 442

6 195 930

48 101 794

2015

14 123 733

12 887 199

6 039 825

33 050 757

8 497 259

10 404 883

673 828

19 575 970

22 620 992

23 292 082

6 713 653

52 626 727

2020

16 235 101

12 859 620

6 418 889

35 513 610

9 920 912

10 609 784

776 398

21 307 094

26 156 013

23 469 404

7 195 287

56 820 704

2025

18 750 459

12 475 992

6 779 296

38 005 747

11 531 240

10 417 264

821 661

22 770 165

30 281 699

22 893 256

7 600 957

60 775 912

2030

21 115 708

11 905 239

7 135 176

40 156 123

13 062 292

10 048 611

862 262

23 973 165

34 178 000

21 953 850

7 997 438

64 129 288

2035

23 282 345

11 182 310

7 481 435

41 946 090

14 479 799

9 517 716

896 815

24 894 330

37 762 144

20 700 026

8 378 250

66 840 420

2040

25 223 892

10 313 462

7 795 386

43 332 740

15 784 890

8 841 371

923 072

25 549 333

41 008 782

19 154 833

8 718 458

68 882 073

2045

26 889 490

9 322 800

8 067 511

44 279 801

16 944 975

8 044 729

940 377

25 930 081

43 834 465

17 367 529

9 007 888

70 209 882

2050

28 181 224

8 244 922

8 298 691

44 724 837

17 902 254

7 158 955

949 211

26 010 420

46 083 478

15 403 877

9 247 902

70 735 257

Límite inferior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 302 145

12 477 485

5 543 501

30 323 131

7 386 146

9 714 094

648 257

17 748 497

19 688 291

22 191 579

6 191 758

48 071 628

2015

13 908 038

12 704 226

5 961 922

32 574 186

8 439 471

10 339 500

669 735

19 448 706

22 347 509

23 043 726

6 631 657

52 022 892

2020

15 565 013

12 350 928

6 182 925

34 098 866

9 699 425

10 388 885

760 549

20 848 859

25 264 438

22 739 813

6 943 474

54 947 725

2025

17 223 529

11 508 540

6 294 303

35 026 372

10 956 897

9 941 855

785 038

21 683 790

28 180 426

21 450 395

7 079 341

56 710 162

2030

18 267 581

10 399 899

6 314 854

34 982 334

11 854 751

9 217 230

793 350

21 865 331

30 122 332

19 617 129

7 108 204

56 847 665

2035

18 666 523

9 147 871

6 262 278

34 076 672

12 332 515

8 284 149

785 913

21 402 577

30 999 038

17 432 020

7 048 191

55 479 249

2040

18 557 191

7 841 042

6 138 948

32 537 181

12 450 462

7 227 081

763 525

20 441 068

31 007 653

15 068 123

6 902 473

52 978 249

2045

17 982 528

6 519 250

5 930 828

30 432 606

12 226 819

6 103 062

726 199

19 056 080

30 209 347

12 622 312

6 657 027

49 488 686

2050

16 943 863

5 231 639

5 630 858

27 806 360

11 642 490

4 964 624

675 130

17 282 244

28 586 353

10 196 263

6 305 988

45 088 604

Límite superior del intervalo de confianza para la población total

2010

12 328 292

12 501 811

5 553 071

30 383 174

7 391 583

9 720 605

648 666

17 760 854

19 719 875

22 222 416

6 201 737

48 144 028

2015

14 457 020

13 161 478

6 153 835

33 772 333

8 572 787

10 488 070

678 884

19 739 741

23 029 807

23 649 548

6 832 719

53 512 074

2020

17 180 980

13 542 550

6 727 189

37 450 719

10 157 146

10 839 484

792 650

21 789 280

27 338 126

24 382 034

7 519 839

59 239 999

2025

20 612 975

13 601 932

7 330 840

41 545 747

12 039 721

10 833 443

853 460

23 726 624

32 652 696

24 435 375

8 184 300

65 272 371

2030

24 173 403

13 474 724

7 978 821

45 626 948

13 955 350

10 673 992

914 449

25 543 791

38 128 753

24 148 716

8 893 270

71 170 739

2035

27 767 118

13 153 005

8 660 553

49 580 676

15 908 162

10 376 187

975 590

27 259 939

43 675 280

23 529 192

9 636 143

76 840 615

2040

31 361 709

12 629 661

9 362 155

53 353 525

17 887 970

9 923 565

1 033 121

28 844 656

49 249 679

22 553 226

10 395 276

82 198 181

2045

34 850 628

11 899 688

10 070 641

56 820 957

19 897 248

9 334 949

1 087 120

30 319 317

54 747 876

21 234 637

11 157 761

87 140 274

2050

38 127 230

10 990 190

10 796 576

59 913 996

21 890 081

8 623 686

1 137 777

31 651 544

60 017 311

19 613 876

11 934 353

91 565 540


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la población total.                                                                                                                                                                     Close

Tabla 4.

Esperanzas de vida en la formalidad para un joven de 15 años de edad en 2015, 2030 o 2050 por sexo e hipótesis de supervivencia futura y de crecimiento económico

Año y
situación incial

Economía reciente y supervivencia:

Recuperación económica alta y supervivencia:

Recuperación económica media y supervivencia:

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Hombres

2015

Formal

18.7

18.4

18.9

29.8

29.3

30.2

25.8

25.3

26.2

Informal

18.3

18.0

18.6

29.5

28.9

29.9

25.4

25.0

25.8

Agrícola

18.3

18.0

18.6

29.4

28.9

29.8

25.4

24.9

25.8

Inactivo

18.3

18.0

18.6

29.4

28.9

29.8

25.4

24.9

25.8

Total

61.4

59.4

63.1

61.4

59.4

63.1

61.4

59.4

63.1

2030

Formal

18.8

18.4

19.1

32.0

31.4

32.5

27.8

27.2

28.2

Informal

18.5

18.1

18.7

31.6

31.1

32.1

27.4

26.9

27.8

Agrícola

18.4

18.1

18.7

31.6

31.0

32.0

27.4

26.8

27.8

Inactivo

18.4

18.1

18.7

31.6

31.0

32.0

27.4

26.8

27.8

Total

61.8

59.7

63.6

61.8

59.7

63.6

61.8

59.7

63.6

2050

Formal

18.8

18.5

19.1

31.8

31.2

32.3

28.3

27.7

28.7

Informal

18.5

18.1

18.8

31.4

30.8

31.9

27.9

27.3

28.3

Agrícola

18.5

18.1

18.8

31.2

30.6

31.7

27.8

27.3

28.2

Inactivo

18.5

18.1

18.8

31.2

30.6

31.7

27.8

27.3

28.2

Total

61.9

59.9

63.7

61.9

59.9

63.7

61.9

59.9

63.7

Mujeres

2015

Formal

10.6

10.5

10.6

20.5

20.3

20.6

15.9

15.8

16.0

Informal

10.2

10.1

10.3

20.1

19.9

20.3

15.6

15.4

15.7

Agrícola

10.2

10.1

10.3

20.1

19.9

20.3

15.6

15.4

15.7

Inactivo

10.2

10.1

10.3

20.1

19.9

20.2

15.6

15.4

15.7

Total

66.2

64.3

67.7

66.2

64.3

67.7

66.2

64.3

67.7

2030

Formal

10.6

10.5

10.7

23.3

23.0

23.4

17.6

17.5

17.7

Informal

10.3

10.2

10.3

22.9

22.7

23.0

17.3

17.1

17.4

Agrícola

10.3

10.2

10.3

22.9

22.6

23.0

17.3

17.1

17.4

Inactivo

10.2

10.1

10.3

22.9

22.6

23.0

17.3

17.1

17.4

Total

66.4

64.5

67.9

66.4

64.5

67.9

66.4

64.5

67.9

2050

Formal

10.6

10.5

10.7

23.5

23.3

23.7

18.0

17.8

18.1

Informal

10.3

10.2

10.3

23.1

22.9

23.3

17.6

17.5

17.7

Agrícola

10.3

10.2

10.3

23.1

22.9

23.2

17.6

17.4

17.7

Inactivo

10.3

10.2

10.3

23.1

22.8

23.2

17.6

17.4

17.7

Total

66.5

64.6

68.0

66.5

64.6

68.0

66.5

64.6

68.0


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                                                                                     Close

Tabla 5.

Esperanzas de vida en la formalidad para un joven de 20 años de edad en 2015, 2030 o 2050 por sexo e hipótesis de supervivencia futura y de crecimiento económico.

Año y
situación incial

Economía reciente y supervivencia:

Recuperación económica alta y supervivencia:

Recuperación económica media y supervivencia:

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Hombres

2015

Formal

18.5

18.2

18.8

28.9

28.4

29.3

25.2

24.7

25.5

Informal

18.0

17.7

18.2

28.4

27.9

28.8

24.6

24.2

25.0

Agrícola

17.7

17.4

18.0

28.1

27.6

28.5

24.4

23.9

24.7

Inactivo

17.9

17.6

18.1

28.2

27.7

28.6

24.5

24.1

24.9

Total

56.6

54.7

58.3

56.6

54.7

58.3

56.6

54.7

58.3

2030

Formal

18.6

18.3

18.9

31.6

31.1

32.1

27.4

26.9

27.8

Informal

18.1

17.7

18.3

31.1

30.6

31.6

26.8

26.3

27.2

Agrícola

17.8

17.5

18.1

30.5

29.9

30.9

26.4

25.9

26.8

Inactivo

18.0

17.6

18.2

30.7

30.1

31.1

26.6

26.1

27.0

Total

57.0

55.0

58.7

57.0

55.0

58.7

57.0

55.0

58.7

2050

Formal

18.6

18.3

18.9

32.3

31.8

32.8

28.1

27.6

28.5

Informal

18.1

17.8

18.4

31.9

31.3

32.3

27.6

27.1

28.0

Agrícola

17.9

17.5

18.1

30.6

30.1

31.1

27.0

26.5

27.4

Inactivo

18.0

17.7

18.3

30.9

30.3

31.3

27.2

26.7

27.6

Total

57.1

55.1

58.8

57.1

55.1

58.8

57.1

55.1

58.8

Mujeres

2015

Formal

10.5

10.4

10.6

19.9

19.7

20.0

15.6

15.4

15.7

Informal

10.0

9.9

10.1

19.3

19.1

19.5

15.0

14.9

15.1

Agrícola

9.9

9.8

10.0

19.2

19.0

19.3

14.9

14.8

15.0

Inactivo

9.9

9.8

10.0

19.2

19.0

19.3

14.9

14.8

15.0

Total

61.3

59.5

62.8

61.3

59.5

62.8

61.3

59.5

62.8

2030

Formal

10.6

10.5

10.6

23.1

22.9

23.2

17.5

17.3

17.6

Informal

10.0

9.9

10.1

22.5

22.3

22.7

16.9

16.8

17.0

Agrícola

9.9

9.8

10.0

22.3

22.1

22.4

16.8

16.6

16.9

Inactivo

9.9

9.9

10.0

22.3

22.1

22.4

16.8

16.6

16.9

Total

61.5

59.7

63.0

61.5

59.7

63.0

61.5

59.7

63.0

2050

Formal

10.6

10.5

10.6

24.0

23.8

24.1

18.1

17.9

18.2

Informal

10.0

9.9

10.1

23.4

23.2

23.5

17.5

17.4

17.6

Agrícola

9.9

9.8

10.0

22.9

22.7

23.0

17.3

17.1

17.4

Inactivo

10.0

9.9

10.0

22.9

22.7

23.0

17.3

17.1

17.4

Total

61.5

59.7

63.0

61.5

59.7

63.0

61.5

59.7

63.0


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                                                                                     Close

Tabla 6

Esperanzas de vida en la formalidad para un joven de 25 años de edad en 2015, 2030 o 2050 por sexo e hipótesis de supervivencia futura y de crecimiento económico.

Año y
situación incial

Economía reciente y supervivencia:

Recuperación económica alta y supervivencia:

Recuperación económica media y supervivencia:

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Mediana

Inferior

Superior

Hombres

2015

Formal

17.1

16.8

17.3

26.5

26.1

26.9

23.2

22.8

23.5

Informal

16.4

16.1

16.7

25.9

25.5

26.3

22.6

22.1

22.9

Agrícola

16.0

15.7

16.3

25.3

24.8

25.7

22.0

21.6

22.4

Inactivo

16.3

16.1

16.6

25.8

25.3

26.2

22.5

22.0

22.8

Total

52.0

50.2

53.7

52.0

50.2

53.7

52.0

50.2

53.7

2030

Formal

17.2

16.9

17.4

29.1

28.6

29.5

25.2

24.7

25.6

Informal

16.5

16.2

16.8

28.6

28.1

29.0

24.6

24.2

25.0

Agrícola

16.1

15.8

16.4

27.3

26.8

27.7

23.9

23.4

24.2

Inactivo

16.4

16.1

16.7

28.4

27.9

28.8

24.5

24.1

24.9

Total

52.4

50.4

54.0

52.4

50.4

54.0

52.4

50.4

54.0

2050

Formal

17.2

16.9

17.4

29.9

29.4

30.3

25.9

25.4

26.2

Informal

16.5

16.2

16.8

29.5

29.0

29.9

25.3

24.9

25.7

Agrícola

16.1

15.8

16.4

27.6

27.1

28.0

24.4

23.9

24.7

Inactivo

16.4

16.1

16.7

29.3

28.8

29.7

25.2

24.7

25.6

Total

52.4

50.5

54.1

52.4

50.5

54.1

52.4

50.5

54.1

Mujeres

2015

Formal

9.8

9.7

9.9

18.3

18.1

18.4

14.4

14.3

14.5

Informal

>9.0

8.9

9.1

17.6

17.4

17.7

13.6

13.5

13.7

Agrícola

8.8

8.7

8.9

17.3

17.1

17.4

13.4

13.3

13.5

Inactivo

8.9

8.8

8.9

17.4

17.2

17.5

13.5

13.3

13.5

Total

56.4

54.6

57.9

56.4

54.6

57.9

56.4

54.6

57.9

2030

Formal

9.8

9.7

9.9

21.4

21.2

21.5

16.2

16.0

16.3

Informal

9.0

8.9

9.1

20.7

20.5

20.8

15.5

15.3

15.5

Agrícola

8.8

8.8

8.9

20.3

20.1

20.4

15.1

15.0

15.2

Inactivo

8.9

8.8

8.9

20.5

20.3

20.6

15.2

15.1

15.3

Total

56.6

54.8

58.0

56.6

54.8

58.0

56.6

54.8

58.0

2050

Formal

9.8

9.7

9.9

22.4

22.2

22.5

16.8

16.6

16.8

Informal

9.0

9.0

9.1

21.7

21.6

21.9

16.1

15.9

16.2

Agrícola

8.8

8.8

8.9

21.1

21.0

21.3

15.7

15.5

15.8

Inactivo

8.9

8.8

8.9

21.4

21.2

21.5

15.8

15.7

15.9

Total

56.6

54.8

58.0

56.6

54.8

58.0

56.6

54.8

58.0


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2016) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                                                                                     Close

Tabla A. 1.

Porcentaje de las observaciones considerado en la suavización de las tasas de movilidad por edad, según origen, destino y sexo, 2012-2015

Origen

Destino

Formal

Informal o desocupado (a)

Agrícola

No activo (a)

Hombres

Formal

20

15

Informal o desocupado

15

25

15

Agrícola

20

15

15

No activo

15

15

15

Mujeres

Formal

20

20

15

Informal o desocupada

20

25

20

Agrícola

20

20

20

No activa

15

15

20


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la supervivencia..                                                                                                Abrir


Fuente: Cálculos propios con base en el ENOE 2012-2015 y García (2017) para las proyecciones de la supervivencia.                                                                                                                                                                     Close

REFERENCIAS


García, V. M. (2017). “Un análisis de las proyecciones probabilísticas de México”, Acta Universitaria, 27(NE-1), ## - ##.


Guzmán, J. M., & Hakker, R. (2002). “Domesticar la incertidumbre. Análisis de insumos y resultados de las proyecciones nacionales de México” (en) Brígida García (Coord.). Población y sociedad al inicio del siglo XXI. México: El Colegio de México 75-109.



Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). (2007). Como se hace la ENOE. Métodos y procedimientos. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Aguascalientes, México.






ANEXO

Formación de las categorías de empleo

Se inició con la separación de la población en económicamente activa (PEA) ocupada y desocupada y no económicamente activa (PNEA). Para ello, se utilizó la variable recodificada clase2 de la ENOE, cuyas categorías son:

1. Población ocupada

2. Población desocupada

3. Disponibles

4. No disponibles

Los códigos 3 y 4 corresponden a los no activos. Para la población ocupada, en la variable recodificada ambito1 se retuvo la separación en sector agrícola (código 1) y no agrícola (código 2).

Para desagregar a la PEA ocupada no agrícola en formal e informal, se usó una combinación de micro negocios, goce de seguridad social y práctica contable. En realidad, se configuró el conjunto del empleo formal y se tomó al resto de la PEA ocupada como informal. Primero se identificó el tamaño del establecimiento, siguiendo la propuesta de Tokman (2004): formal con 6 o más trabajadores e informal con 5 o menos. Y después incorporamos el criterio de la práctica contable: si los gastos de la empresa se separan de los gastos de los hogares se considera que el establecimiento es parte del sector formal; en caso contrario, lo es del informal.

Una vez separada la PEA ocupada del resto de la población, se usó el trabajo principal y el tamaño del establecimiento. Se integró el empleo formal con las preguntas p3a, p3b, p3d, p6_1, p6_2, p6_4, p6_5 y p6_6, y las recodificadas p3g_tot y segsoc:

1. Patrones en establecimientos con 6 trabajadores o más (p3a = 2 o p3b = 1 y p3d = 1 y p3g_tot ≥ 6)

2. Trabajadores por cuenta propia profesionales o técnicos (p3a = 2 o p3b = 1 y p3d ≠ 1)

3. Trabajador a destajo, comisión o porcentaje con seguridad social (p6_1 = 1 o p6_2 = 2 o p6_4 = 4 o p6_5 = 5 o p6_6 = 6 y segsoc = 1,2,3)

4. Asalariado en establecimientos con 6 trabajadores o más (p3a ≠ 2 o p3b ≠ 1 y p3q ≥ 3)

Finalmente, para incorporar la práctica contable y su reporte a la autoridad hacendaria, se retiró del empleo formal —clasificado de acuerdo a los criterios de arriba— a quienes en la variable recodificada tue2 se les asignó el código 5 (sector informal de acuerdo con INEGI, 2007). Asimismo, se consideraron como informales a quienes se dedican al trabajo doméstico remunerado (tue2 = 6)19.